¡Hola amigos! ¡Felíz Año Nuevo y mucha prosperidad!
Tal vez conocéis la costumbre de hacer promesas o tener buenos propósitos al principio del año. Algunos de nosotros tal vez los expresen delante de sus amigos… solo para que después de unos meses, o incluso: algunas semanas, nos sorprendan transgrediendo aquello que prometimos.
Para todos esos amigos que al cabo de cierto tiempo dejan de lado los buenos propósitos, aquí les va una anécdota:

“En cierta ocasión, un borracho anunció ante sus amigos y familiares que en el nuevo año dejaría de beber.
– Si vuelvo a hacerlo -dijo, de manera teatral-, ¡que me parta un rayo!
Al principio se mantuvo firme en su propósito, pero en mayo recayó. Cuando entró a la casa dando tumbos, su mujer le salió al paso.
-¡Incumplido!
-Un momentito, un momentito- ripostó ofendido-. Yo cumplí: ¡el que no cumplió fue el rayo!”

Os deseo mucha alegría en este nuevo año.