En muchos países no existe ni la primavera, ni el otoño. Al menos, no así como lo conocemos nosotros en Europa.

Por ejemplo en los países tropicales solo hay invierno y verano. Yo he vivido muchos años en Centroamérica y ahí se denominan las estaciones con “invierno” y “verano”. El invierno es la época de lluvia y el verano de sequía.

Antes de haber vivido en el trópico yo no tenía idea de ese fenómeno. Pero pronto te das cuenta que siempre hace calor y que la única diferencia es la humedad. Cuando empiezan las lluvias de mayo – y con ellas el “invierno” – más bien aumenta el calor: llueve polvo. Como ha estado seco tanto tiempo, las primeras lluvias hacen que el polvo seco salpique todo el paisaje de tierra y un vaho caliente inunda las calles. Pero pronto cambia la situación cuando las lluvias se vuelve torrenciales…

Recuerdo un día en que mis dos hijos mayores – en ese entonces alrededor de los 6 y 7 años – tenían que regresar del colegio por la noche. Una lluvia torrencial había invadido la ciudad convirtiendo las calles en verdaderos ríos peligrosos y caudalosos. Yo esperaba ansiosa que llegara el pequeño bus entregándome la carga preciosa, pero no pasaba nada. En cambio de oír un bus, solamente se oía el estruendo de la lluvia cayendo pesadamente sobre el pavimento. La visibilidad era de unos metros, nada mas.

Muy inquieta iba cada tantos minutos a controlar si en la calle aparecía el bus. Nada. De repente un hombre fornido cubierto de un plástico vino vadeando por el agua brava, llevando de sus manos a mis dos hijos… Los hijos de la “chela”. Ellos caminaban con el agua hasta las rodillas, aferrados a las manos del hombre.

Pero… empecé con la primavera. Parece que este año se deja esperar. El tiempo no quiere mejorar. Nubes y más nubes cuando al fin subió alguito la temperatura.

Igual no perdemos la esperanza de ver pronto los campos inundados de flores y olores, las maceteras en las ventanas y los jardines en flor. Así podremos cantar con Joan Báez la canción “De colores…”

http://youtu.be/zW_Z2HjFSEI